EDUCACIÓN EN CHINA, ANTESALA DE UN MANICOMIO

http://www.intereconomia.com/blog/otro-lado-gran-muralla/sistema-educativo-china-antesala-manicomio-parte-ii-20120927

Llevo un mes trabajando en un colegio público en China y todavía no pasa un día sin que vea algo como mínimo sorprendente, lo agitados que han estado la última semana con las islas Senkaku/Diaoyu sólo ha sido un síntoma de problemas muy arraigados.

Antes de nada, quiero dejar claro que hay muchos aspectos de la educación en China que son muy buenas: el respeto a los profesores, la disciplina y lo trabajadores que son. Además los españoles, siempre a la cola en los estudios sobre educación (al contrario que los chinos) no deberíamos dar lecciones a nadie. Pero todo tiene un límite.

Mis alumnos tienen 17-18 años. Eso en China significa que es su último curso antes del 高考 (gaokao, examen de acceso a la universidad). Para ese examen, la presión es monstruosa. 

• Sí, es lo que parece. Alumnos estudiando con una intravenosa conectada para no perder tiempo ni siquiera para comer. Aunque ése es un caso extremo, veo en mi día a día cómo han podido llegar a algo así.

  Mi instituto es el número 1 de la ciudad así que en teoría sólo los mejores de la ciudad acaban en ella. Tiene unos 5.000 estudiantes. La gran mayoría vive en la propia escuela, cosa que no sorprende dado su horario. No me gusta usar la expresión “campo de concentración” a la ligera, pero la comparación a veces es inevitable:

  -No tienen ningún día libre a la semana. Nada. Cero. Hoy es domingo y veo desde mi ventana la escuela, las aulas tienen la luz encendida y ahí están, estudiando. Son las 20:32.

  -Hay discursos por la megafonía constantemente. Por lo que entiendo (hablan muy rápido), hablan de lo de siempre: progreso, desarrollo, éxito, trabajo duro...

  -Como ya he dicho antes, la mayoría vive en la escuela. Normalmente duermen unos 9-10 alumnos por habitación, con un baño.

  -Los sábados por la tarde es el único momento de la semana en que no tienen algo que hacer.

  -A las 6 de la mañana se oye en cientos de metros a la redonda la música que despierta a todos los alumnos.

  -Las clases empiezan a las 6.40. A las 9, es la hora de hacer ejercicio, todos al campo de fútbol a hacer algo parecido al aerobic a ritmo de Ricky Martin.

  -Después de comer a las 11.30, tienen una hora y media para la siesta. A las 13.30, vuelta a empezar hasta las 16.30, la cena a las 17.15.

  -Si la cosa acabase aquí, sería más o menos aceptable. Pero no, a las 19.00 tienen que estar de vuelta en las aulas para “tiempo de estudio”, supervisado por profesores.

  -3 horas y media después, a las 22.30, son libres. Lo más curioso es que tienen tantos deberes y tantas cosas que memorizar, que algunos aún tienen que seguir una vez que llegan a sus cuartos.

  -Toda la escuela está cubierta con carteles, todos extremadamente alienantes: “Trabaja duro, haz que tus padres estén orgullosos de ti”, “ama tu escuela, ama tu país”, “el éxito es lo más importante”, “esforzarse es la llave para una vida exitosa”... Todos tienen el mismo espíritu. Agotador.

  -Las clases están masificadas. Ninguna de mis clases tiene menos de 65 estudiantes. Básicamente, un alumno nunca está solo. Siempre rodeado de gente. 

  -Como no tienen días libres ni tiempo durante el día, muchos de ellos simplemente nunca ven a sus padres, especialmente si éstos viven un poco alejados.

  Esto ha sido un breve resumen de las condiciones de vida de los estudiantes en mi escuela. En la próxima entrada, me centraré en los métodos de enseñanza. 

• Segunda entrega de la entrada en la que intento transmitir la exigencia del sistema de educación pública en China, hoy explicaré sus métodos de enseñanza, tan diferentes de los nuestros.
  Primero de todo, quiero añadir una cosa curiosa a la entrada anterior, cosa que he descubierto hoy. Resulta que había preparado mis clases para esta semana usando novio/novia como tema de la lección, para que practicasen la descripción de aficiones, de apariencia, de personalidad y ese tipo de cosas. Contándoselo a uno de mis colegas, profesor chino de inglés, me ha dicho que la clase no era una buena idea, teniendo en cuenta que los estudiantes tienen prohibido tener una relación mientras estén en el colegio. Curioso, cuanto menos.

  Sus métodos de enseñanza son opuestos a los que usamos en Occidente:

  -Las clases están centradas en el profesor, que es quien habla durante casi toda la clase. Los alumnos apenas intervienen.

  -La memorización letra por letra es el método de estudio. Cuando no tienen clase, veo a decenas de alumnos andando por la escuela con el libro de texto y recitando la lección. Se la acaban aprendiendo de memoria, entenderla ya es otra historia.

  -Debido al anterior punto, la creatividad es casi inexistente. Nada en China es improvisado. Tengo 22 clases, en total unos 1400 alumnos y siempre planteo las mismas preguntas durante las clases. SIEMPRE obtengo las mismas respuestas. Calcadas. Nadie va un poco más allá o a nadie se le ocurre nada diferente. Nada.

  -Durante los últimos días, he sido jurado en un concurso de discursos en inglés en el que participaban alumnos de todo el colegio. La mayoría de “discursos” han sido el mismo, un texto de su libro de inglés, la cosa consistía en memorizarlo y decirlo luego punto por punto. ¿Absurdo? No para el resto de profesores.

  -Normalmente, los adolescentes occidentales tienen a ser diferentes, a destacar por la ropa o la música o algo semejante. Aquí no, cuanto más se integran en la masa, mejor.

  -El debate brilla por su ausencia. Cada vez que intento generar un poco de debate es inútil. Hacia lo que en realidad tienen es a la respuesta unísona a la pregunta, literalmente.

  -El profesor es muy respetado, herencia de la tradición confuciana. Cada vez que les pregunto algo, aunque la respuesta sea sólo “sí”, se ponen en pie para responder. Siempre se levantan cuando entro en la clase y siempre ordenan la pizarra y la mesa del profesor cuando éste se va para que el siguiente no tenga que hacer nada.

  No sé quién dijo en televisión refiriéndose a una cantante “eres como un consolador, perfecta en la ejecución pero ningún sentimiento”. Pues esto es algo parecido. Muy buenos y trabajadores cuando se trata de aprender un texto palabra por palabra pero en cuanto rascas un poco o quieres profundizar un poco te puedes dar por vencido. No es culpa de los alumnos, por supuesto, bastante tienen. Habría que convencer a los responsables de que sería interesante encontrar un equilibrio entre memorización y creatividad. 
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