Estudiantes de una secundaria esteliana
En el nuevo proyecto “Arte y Cambio”, en cual ahora puedo ayudar en mi servicio como voluntaria en la ONG FUNARTE (http://www.funarte.org.ni), trabajamos directamente en las escuelas secundarias de Estelí en colaboración con el Ministerio de Educación de Nicaragua ( MINED).
Buena razón para profundizar mis conocimientos en el sector educativo de Nicaragua. También, porque alguien puede entrar en nuevas áreas del mercado de trabajo a través de una buena educación, así elevando las personas arriba del umbral de la pobreza. Porque él/ella que sabe leer y escribir, puede salirse de la dependencia del gobierno y de las autoridades privadas, independientemente de sus ingreso quizás bajos, porque él /ella puede participar activamente en la vida social, económica y política. El acceso a la educación y su calidad toman entonces un papel clave en la democratización y la mitigación de la pobreza. Esto es importante especialmente en Nicaragua, uno de los países más pobres de América Latina.
La estructura del sistema educativo de Nicaragua
El sistema educativo de Nicaragua se divide en el Preescolar (cual dura hasta tres años), la Primaria de seis años y la Secundaria de cinco años. Se termina después de once años de escuela con el bachillerato, que da el permiso a asistir a la universidad. En la universidad, uno puede llegar en cuatro o cinco años a un primer grado profesional, una maestría dura otros dos o tres años.
Si alguien ya se va después del noveno grado, tiene la posibilidad de una serie de formaciones en el sector comercial o artesanal reconocidas a nivel nacional.
En contraste con Alemania, en muchas escuelas los maestros dan clases a una parte de los estudiantes en la mañana y a la otra parte por la tarde. Así se reduce el abarrotamiento de las clases en las instituciones educativas. Sin embargo, las clases todavía cargan de 40 hasta 60 alumnos, por lo menos en la ciudad. En las zonas rurales se puede encontrar el otro extremo: Debido a los números reducidos de alumnos, varios grados reciben sus clases en conjunto en “Multigrados”. También en las escuelas regulares hay clases en la noche, el sábado o domingo para que también los niños mayores o adultos, tienen la posibilidad de recuperar su educación perdida. Los niños con discapacidad (en aprendizaje) a menudo son integrados en clases regulares.
Casi todos los estudiantes, desde el preescolar hasta el bachillerato, llevan los uniformes escolares que consisten en una blusa blanca, falda plisada o pantalón de color azul, calcetines blancos y zapatos negros. Esto, por supuesto, no es barato. Pero hay varios programas gubernamentales y no gubernamentales cuales regalan los uniformes a los niños de familias de bajos ingresos. Y ahora además está prohibido de excluir estudiantes de las clases por falta de uniforme (lo que todavía estaba así durante el anterior gobierno neoliberal).
Además de las escuelas y universidades del estado y de la iglesia, hay una variedad de escuelas mejor dotado. Pero por las altas tarifas en estas instituciones, solo una minoría de la población con altos ingresos puede aprovechar de esto, con pocas excepciones (becas). Además, algunas de estos están en descrédito de que sus calificaciones de educación son de la venta.
Educación en el contexto histórico
En la dictadura de la familia Somoza, Nicaragua fue gobernado desde 1937 hasta finales de 1970 en una manera inhumana. La situación educativa parecía al sistema gobiérnalo: reservado para una pequeña élite política y económica.
Esta situación cambió en el marco de la revolución sandinista que derrocó al régimen autoritario. Durante su mandato (1979-1990) el gobierno de izquierda estaba haciendo un gran esfuerzo para mejorar la situación educativa precaria – especialmente en el campo. Construyeron escuelas innumerables, emplearon nuevos maestros y trataron de dar a todos los alumnos el material didáctico gratuitamente, es decir, aseguraron el acceso libre a la educación. Unos nicaragüenses mayores (y también los jóvenes a quienes les gustaría emularlo) todavía cuentan de los Cruzadas de Alfabetización: Cientos de miles de jóvenes viajaron como maestros voluntarios a las comunidades apartadas y por las ciudades, haciendo que la tasa nacional del analfabetismo se redujo de más del 50% al 12,5%.
Pero después llegó la Contra Guerra, en cual los partidarios de la dictadura derrocada intentaron de anular la revolución sandinista con el apoyo financiero de los EE.UU., mientras que las guerrillas de izquierda resistieron con vehemencia. Además, el embargo comercial por parte de los Estados Unidos influyó negativamente a la economía de Nicaragua e hizo imposible inversiones de la medida necesaria en el sector de la educación.
En 1990, la mayoría de los nicaragüenses votó por un cambio de gobierno por desilusión por la larga guerra y la situación económica difícil. Siguieron los gobiernos conservador-liberal de Chamorro, Arnoldo Alemán y Bolaños. Ellos realizaron principalmente por la presión del FMI (Fondo Monetario Internacional) y del Banco Mundial drásticas medidas de austeridad en todos los sectores sociales. Estas tuvieron consecuencias desastrosas, aunque se llamaba como un eufemismo: “autonomía escolar”. Las escuelas recibieron en base del número de sus estudiantes un presupuesto. Pero el dinero no fue suficiente para pagar los salarios de los maestros, los costos para reparación y adquisición, equipamiento y electricidad etc., que el Estado no se bancó más ahora.
Esto obligó a las instituciones educativas de cobrar una tasa, a pesar de que en la ley todavía decía que los materiales de enseñanza eran libres. Las tasas fueron contribuciones voluntarios en forma de una tasa mensual, para la inscripción, para el año escolar y para expedir el certificado. Las tasas impidieron a muchos padres a enviar sus hijos a la escuela. Especialmente familias con varios hijos que no pudieron pagar las tasas, expulsaron normalmente primero las niñas de la escuela. La cuota de alfabetismo aumentó de fuentes delServicio Alemán de Desarrollo hasta el año 2006 a 33 por ciento. También en comparación con otros países de América Latina, Nicaragua gastó entre 1990 y 2006 muy pocos recursos financieros a la educación. Países del estado similar como Honduras y Bolivia, llegaron a gastos casi duplicados en este sector. El acceso a la educación se convirtió entonces otra vez a una pregunta social por la creciente privatización de la educación pública, cual trasladó los costos para la educación nuevamente a las familias.
Cuando la FSLN fue electa nuevemente en 2007 después de casi dos décadas, quitó directamente la autonomía escolar, las necesidades de uniformes y la tasa de inscripción. Desde entonces la libertad de los objetos de enseñanza realmente fue concedida. Principalmente en las primarias fueron creados patios para embellecer el ambiente y además con una función didáctica y en algunos casos para mejorar la alimentación de los estudiantes. Desde el preescolar hasta el 11° grado, los niños y los jóvenes reciben un almuerzo gratuito. Además, se inició una campaña nueva de alfabetización. Por el modelo cubano con el lema “Yo, sí puedo “ se enseña en casas privadas a grupos hasta 15 personas. Cuba paga los materiales (más concretamente: videos instructivos). El Ministerio nicaragüense de educación financia a los especialistas. Esto permitió – al menos en las cifras oficiales – que la cuota de analfabetismo se bajó al mínimo histórico de menos del 8 por ciento. Todas estas medidas recibieron adhesión a nivel nacional, aunque sólo sea porque hizo que más hijos que antes tenían acceso a la educación. Pero las condiciones necesarias para el aumento del número de estudiantes todavía no están creídas.
Problemas actuales
En el marco del gobierno actual de Nicaragua, se tomaron medidas importantes para mejorar la educación pública. Sin embargo, en términos de calidad, el acceso, la igualdad de oportunidades y la prevención de la terminación prematura de la asistencia a la escuela se queda mucho de hacer:
El mayor problema es que la mitad de los niños nicaragüenses no se avanza más que la educación primaria. Aproximadamente el 53,3% asiste al preescolar, una porcentaje orgullosa de 87,1% va a la escuela primaria. Sin embargo las clases de secundaria sólo reciben el 45% de los niños y sólo el 44% en realidad lo finalizan. ¿Por qué es así? En primer lugar, porque la visita a la educación secundaria es mucho más cara para la familia que una visita a la escuela primaria. Por otro lado, a menudo hay (ya con una edad temprana) la necesidad de ayudar a mantener la familia trabajando, incluso si sean ingresos muy precarios.
Otro problema que yo ya veía también es que el Ministerio de Educación hasta el momento puso mucho más dinero en las primarias que en las secundarias. Las primarias son recientemente renovadas (o en el proceso): muy bien plantados, tienen nuevas sillas de escritorio y algunos incluso tienen aulas de computación modernos (cuales son donados por Moviestar, una empresa de teléfono móvil que intenta a empujar del trono al gigante monopolio de Claro a través de proyectos sociales). En contraste a eso, en las secundarias se pueden ver paredes manchadas, mesas y sillas rotas, basura por todos lados y lámparas que no funcionan. Estas características se marcan en algunos institutos más en otros menos que se refiere a otra debilidad: Aunque, por ejemplo, las tres mayores secundarias de Estelí son públicas, no podían ser más diferentes. La primera secundaria es muy bonita, incluso con un área de bosque, la segunda por lo menos aceptable, mientras en la tercera hay una falta completa de condiciones aceptables (por lo menos en las clases del séptimo grado).
Dentro de las secundarias, casi la mitad de los jóvenes ya fueron robados, golpeados o insultados. Una cuarta ha inspirado una amenaza por lo menos una vez, incluso un 4% fueron víctimas de violencia sexual. También problemático es el acceso fácil a las drogas dentro y cerca de los centros escolares. Se pueden encontrar el consumo y el tráfico de las sustancias ilegales sobre todo entre los estudiantes de las clases superiores. Y aunque en los estándares latinoamericanos la situación en Nicaragua es menos peligrosa, también hay la existencia de pandillas juveniles que se afrontan en la escuela.
A la mayoría de los maestros faltan estrategias pedagógicas para enfrentarse a estos problemas. La gran mayoría de ellos se asen a los métodos anticuados y autoritarios de enseñanza que no promueven la psicoafectividad (el desarrollo integral cual se enfoque en la creatividad y la autoestima de los niños), la participación activa y la libre expresión de niños y jóvenes.
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